En las escuelas se crea vida, se moldea a los niños y niñas que son nuestro futuro. Hay que valorar muy bien la profesión de docente y dotarla de las ayudas necesarias para poder llevar a cabo vuestro maravilloso trabajo. Los padres también debemos aprender que la figura del docente es una de las más importantes para la vida de nuestro hijo, ya que son un gran referente para él. Por eso el docente y los padres han de formar un equipo para conseguir lo mejor del niño. Porque el mal entendimiento afecta al niño por encima de todas las cosas. Tenemos que hacer todo lo posible por formar esa unión. Debemos ponernos en su piel y comprender que se enfrenta a clases con muchos alumnos, con distintas necesidades, y que tenemos que ayudarle.
Trabajando juntos, creando esas sinergias, el conjunto humano que compone la escuela puede hacer posible otro tipo de escuela.